Muy emocionados, los ganadores de los tres primeros premios del décimo sorteo de Doble Changüí, recibieron sus autos y moto, en una ceremonia desarrollada el pasado miércoles 10 de agosto, en la explanada de la Sala de Sorteos del IAFAS. Los afortunados ganadores, Atilio Gervasoni, Darío Ramírez y Eduardo Albarenga, no ocultaron su alegría cuando las autoridades del Instituto les entregaron las llaves de sus flamantes vehículos.

El Director Gremial, Gabriel Abelendo, entregó el automóvil 0 Km Ford Fiesta a Gervasoni, un vecino de Larroque que acudió a IAFAS acompañado por su esposa Silvia. “Estoy muy contento porque un premio de estos es algo muy emocionante”, comentó, mientras señalaba su nuevo vehículo. “Cuando los de la agencia me fueron a avisar, yo estaba durmiendo una siesta porque había llegado de trabajar y la verdad es que fue una alegría tremenda”, indicó Atilio, quien trabaja como empleado en una empresa. “Voy a vender el auto que tengo y me dejo éste porque dicen que la suerte no se vende”, confió cuando fue consultado por sus planes a partir del premio.

En segundo lugar, la Coordinadora de Auditoría, Cra. Ayelén Molinero, entregó las llaves del automóvil 0Km VW Up a Rubén Darío Ramírez, un jubilado de Nogoyá que no pudo contener las lágrimas cuando dialogó con los agentes de Prensa del IAFAS. “Estoy muy contento. Lo escuchamos por radio y estábamos a la expectativa. Cuando dijeron mi nombre fue muy emocionante. Suelo jugar a Doble Changu� y tambien hago algunas quinielas, pero lo que más juego es Poceada Federal por los premios que hay y el monto de solamente dos pesos”, reflexionó.

Finalmente, el responsable del Áreas de Seguridad e Higiene Laboral del Instituto, Ing. Claudio Britos, entregó las llaves de la motocicleta 0Km 150 cc, a Eduardo Albarenga, un vecino de Paraná que acudió a la entrega acompañado por su hijo. “Es la primera vez que gano� que saco algo en algún sorteo y la verdad es que me vino muy bien porque estoy desocupado”, confió Albarenga.
Los tres ganadores expresaron su agradecimiento hacia el Instituto; la mañana no fue igual a las de todos los días.